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UNICEF alerta de que el futuro de millones de niños en Sudán del Sur «está en la cuerda floja»

La nueva directora ejecutiva del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), Henrietta Fore, ha alertado este viernes de que el futuro de millones de niños en Sudán del Sur «está en la cuerda floja», debido al «devastador» impacto de la guerra civil, y por ello ha reclamado el cese de las hostilidades o al menos libre acceso a la ayuda humanitaria.

«Acabo de pasar dos días en Sudán del Sur, donde he visto de primera mano cómo los cuatro años de un conflicto provocado por el hombre han dejado a los niños enfermos, hambrientos y al borde de la muerte», ha dicho Fore, al término de su primer viaje al país más joven del mundo. «El impacto de la violencia ha sido devastador», ha afirmado.

Fore ha contado los casos de «una madre que tuvo que caminar durante días para que su bebé desnutrido recibiese tratamiento»; de «un chico que, con sólo diez años, se vio obligado a unirse a un grupo armado»; y de «dos hermanos que fueron separados de sus padres cuando estalló el conflicto en su ciudad, Bentiu, en el año 2014».

La jefa de UNICEF ha enfatizado que «las necesidades humanitarias son enormes»: 2,4 millones de niños han tenido que huir de sus hogares; 250.000 están «en riesgo inminente de muerte»; 19.000 niños han sido reclutados; y la agencia de la ONU ha podido documentar 1.200 casos de violencia sexual contra niños.

«Las cifras no hacen más que empeorar», ha advertido, explicando que, «según se acerque la temporada de sequía, esas necesidades se acentuarán». De hecho, el número de niños y familias que busca ayuda en los campamentos no deja de aumentar. «Nos preocupa que nuestros fondos no crezcan a un ritmo que nos permita dar respuesta», ha confesado.

Fore está convencida de que «solo el cese de las hostilidades puede devolver esperanza y seguridad a los niños de Sudán del Sur». Sin embargo, dado que «no hay signos de que los combates vayan a terminar», ha pedido a las partes en conflicto que al menos «permitan un acceso incondicional y sostenible en el tiempo» de los actores humanitarios.

La estadounidense ha aseverado que, gracias a esta ayuda, «aún en medio del horror» hay «esperanza»: «La niña que padece desnutrición va recuperándose poco a poco. El niño reclutado regresó al colegio y ahora aspira a ser médico. En cuanto a los dos hermanos, han conseguido reencontrarse con su madre».

Solo durante 2017, y a pesar de que «Sudán del Sur es el lugar más peligroso del mundo para los trabajadores humanitarios», UNICEF y sus socios lograron vacunar a casi 1,8 millones de niños contra el sarampión, tratar a más de 180.000 niños contra la desnutrición aguda grave y facilitar a 300.000 niños el acceso a educación.

Sin esta ayuda, «las vidas y el futuro de millones de niños en Sudán del Sur seguirán estando en la cuerda floja» y, además, habrá «una generación entera de jóvenes a los que se les niegan las oportunidades que tan desesperadamente necesitan para contribuir a la construcción de su sociedad», ha señalado.

VIA: Europa press

 

 

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