El coronavirus se cuela en África

Con 30 países afectados, el continente con los sistemas públicos de salud más débiles del mundo comienza a cerrar sus fronteras

El coronavirus comienza a extenderse por África. Aunque, con 372 casos declarados, las cifras están aún muy lejos de China o Europa, lo cierto es que cada vez son más los países afectados, 30 de un total de 55 hasta este lunes. El temor es claro: pese a los esfuerzos realizados, la mayoría de estas naciones tienen los sistemas públicos de salud más débiles del mundo y no cuentan con los recursos humanos y materiales para hacer frente a un aumento explosivo de pacientes. Por ello, en las últimas 48 horas, prácticamente todos los Gobiernos están adoptando drásticas medidas, como la prohibición de vuelos internacionales, el cierre de fronteras, las cuarentenas a viajeros y la suspensión de actividades.

África ha sido el último gran continente del mundo al que ha llegado la pandemia pero, mientras la atención mundial recae sobre Estados Unidos y Europa, el coronavirus se ha ido colando y ya no quedan regiones sin casos. La respuesta no se ha hecho esperar. Egipto, el país más afectado con 126 contagiados, ha decidido cerrar su espacio aéreo a partir de este martes y durante dos semanas en lo que supondrá un durísimo golpe para una de sus principales actividades económicas, el turismo. En Sudáfrica, con 62 casos, están prohibidos los vuelos desde países de riesgo, mientras que Argelia y Marruecos, con 48 y 29 enfermos respectivamente, han cerrado todas las conexiones aéreas y marítimas con Europa.

La alerta es máxima. Senegal ha decidido suspender este lunes todos los vuelos procedentes de Francia, España, Italia, Bélgica, Túnez y Argelia durante un mes, una medida que entrará en vigor el miércoles. Mauritania echa el candado a su espacio aéreo y Libia y Yibuti, que no han registrado casos todavía, han cerrado todos sus puertos y aeropuertos. Kenia también prohíbe los vuelos desde países donde haya contagios, mientras que Ghana hace lo propio con aquellos Estados que hayan tenido más de 200 casos en las últimas dos semanas. Marruecos ha cerrado incluso sus mezquitas.

La firmeza de estas decisiones cuando aún se está muy lejos de las cifras de contagio que han alcanzado países europeos como Italia, España o Francia podría suponer una ventaja para el continente. Es lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) llama una “ventana de oportunidad” que apenas se está empezando a cerrar. “Cada país puede aún cambiar la evolución de la pandemia elevando su nivel de respuesta”, aseguraba hace tan solo unos días el responsable regional de este organismo, Matshidiso Moeti.

Sin embargo, el principal problema es la falta de recursos, tanto materiales como humanos, en los sistemas sanitarios. La directora nacional de Salud Pública de Mozambique, Rosa Marlene, reconoce abiertamente que el país no tiene «la capacidad para abordar y diagnosticar el coronavirus. Tenemos otros problemas de salud en este momento». Con 0,075 médicos por cada 1.000 habitantes e infraestructuras inadecuadas para el aislamiento de enfermos, Mozambique se enfrenta a altos índices de sida, malaria y tuberculosis, informa Alejandra Agudo desde Maputo. La situación es similar en otros países de la región.

Egipto, el país más afectado con 126 contagiados, ha decidido cerrar su espacio aéreo a partir de este martes

Ante el evidente riesgo, la OMS puso en marcha desde febrero un plan de choque destinado a preparar a los países africanos para hacer frente al virus. En coordinación con los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de África se distribuyeron 90.000 equipos de protección y se llevó a cabo la formación de 11.000 sanitarios. La experiencia en gestión de epidemias recurrentes como el ébola, el cólera, el sarampión, la malaria o la meningitis supone una ventaja y ha facilitado la inversión en sistemas de alerta y detección, pero aun así los sistemas de salud de la mayoría de países están a una gran distancia de los europeos.

Otra preocupación es la gran cantidad de personas desplazadas de sus hogares que soporta el continente africano. Solo la región subsahariana alberga a más del 26% de la población refugiada del mundo, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). El alto comisionado, Filippo Grandi, mostró su inquietud hace unos días. «Por el momento, y crucemos los dedos, no hemos sido testigos de ningún gran brote en ninguna situación grande con refugiados o personas desplazadas», afirmó. En Burkina Faso, con más de 750.000 desplazados internos debido al conflicto del Sahel, ya hay 15 casos confirmados.

La lista completa de países africanos afectados es la siguiente: Egipto (126 casos), Sudáfrica (62), Argelia (48), Marruecos (29), Senegal (26), Túnez (20), Burkina Faso (15), Ghana (6), Camerún (5), Etiopía (5), Costa de Marfil (4), República Democrática del Congo (3), Kenia (3), Nigeria (2), Namibia (2), Seychelles (2), Togo (1), Gabón (1), Guinea Ecuatorial (1), Guinea (1), Sudán (1), Mauritania (1), Ruanda (1), Suazilandia (1), Congo Brazaville (1), Tanzania (1), República Centroafricana (1), Liberia (1), Somalia (1) y Benín (1).

FUENTE EL PAIS.

 

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